Cuando Mark Zuckerberg creó “thefacebook” (así fue llamado inicialmente) junto a sus compañeros de habitación en la universidad de Harvard, jamás imagino el cambio que este invento le daría a su vida. A pesar de que aún viste de manera casual, de usar el mismo peinado y de tener el mismo entorno, su vida ha cambiado de acuerdo a la ley del dinero. Y es que una persona que ahora tiene como patrimonio la asombrosa cantidad de 6.900 millones de dólares, según la revista Forbes, no puede ser el mismo. "Es actualmente el magnate más joven del mundo y creemos que también es el más joven en haber construido su propia fortuna", dijo el editor de Forbes Matthew Miller.
Pero la historia de Mark se remonta desde mucho antes, claro está, no con el mismo resultado, pero si, con el mismo esfuerzo y dedicación. Proveniente de una familia judía estadounidense, Mark creció en las calles de Dobbs Ferry, en la ciudad de Nueva York. Desde muy chico tuvo las habilidades de programador. En sexto grado, mientras los chicos de su clase estaban ahogados en las sumas y restas, él parecía divertirse en el mundo de la programación. Era como si estuviera tocado por una varita mágica. Todo lo que tenía en mente, lograba hacerlo. Asistió al colegio Ardsley y, al cabo de poco tiempo, se transfirió a la Academia Phillips Exeter mientras estudiaba para la prueba de acceso a la universidad. En el 2002 con 19 años, logró el primer gran programa para ser reconocido a nivel profesional. Junto a su amigo Adam D´Angelo, el actual jefe técnico de Facebook, lanzó un programa llamado Synapse Media Player. La acogida que tuvo fue notable y diferentes compañías de software, como el gigante informático Microsoft o Apple, quisieron hacerse de los derechos sin llegar a ningún acuerdo con el joven programador.
En el 2003 ingresó a Harvard. En esta universidad es donde se subiría en el barco de la fama y la fortuna. Aunque al comienzo fue algo difícil, el joven Zuckerberg logró esquivar aquellas olas que intentaban derribarlo. En la fraternidad de Alpha Epsilon Pi fue donde comenzó a fabricar programas como el Coursematch o la página Facemash.com que rápidamente fueron detectadas por el departamento de servicios informáticos de Harvard. Trataron de hundirlo cual barco de papel, pero la armadura de Mark estaba hecha para aguantar de todo. Se enfrentó a ellos ferozmente declarando que “la información debía ser libre y abierta al público”. Las acciones tomadas por el Consejo Administrativo de Harvard en este asunto no se hicieron públicas. Los había vencido en una batalla épica, comparada con la de David y Goliat. Había derrotado al gran monstruo. En el 2004 Zuckerberg creó Facebook y se ausentó un año de la Universidad. Un año después abandonó la carrera dejando todo su ingenio y creatividad en manos de su más grande creación, el Facebook.
@facebook.com, el guerrero enviado por Dios
Se levantó de la cama precipitado. Cogió su computador y comenzó a programar. Trabajó en el toda la noche y logró hacer un modelo de lo que había imaginado para presentarlo y desarrollarlo con sus colegas. Había tenido una idea brillante, algo novedoso había pasado por su mente. Un nuevo servicio de correo que dejaría a Facebook cada vez más perfecto.
Este nuevo correo ha sido considerado por su fundador como minimalista, menos formal. "El correo no necesita nuevas funciones, necesita menos ", y esta será, aparentemente, la filosofía del servicio. Según Zuckerberg, su sistema no será un “asesino” de lo ya existente. "Que nadie cierre su Yahoo!, Hotmail o GMail”. Es cierto. Las invenciones que presenta el programador no son los homicidas de los otros servicios, simplemente son mejoras que crea para la satisfacción de las personas. Cuán angel de la guarda que cuida de nosotros, Mark Zuckerberg ha intentado proteger cada detalle para que podamos estar contentos con el servicio.
@facebook.com tiene la misión de armonizar los diferentes tipos de comunicaciones como los textos, los correos y el chat. Su creador está seguro de que su invento puede lograr la misión de gestionar mejor la bandeja de entrada "Sabemos cuál es tu círculo social, así que podremos hacer la criba sabiendo cuánto cercano consideras a alguien". Ahora solo queda esperar que supere los obstáculos que se le interpondrán en el camino, esos obstáculos que Mark conoce de sobra.
El salto a la pantalla grande
David Fincher trató de representar una de las más grandes películas de los últimos tiempos. Y no es para menos ya que el fenómeno Facebook es tan grande que traspasa todos los límites territoriales. Y así como el fenómeno es grande, también lo son las críticas. Se le acusa cual reo que va a ser sentenciado a la muerte, de enfocarse más en los trapos sucios, que lo hacen parecer una telenovela mexicana, que en el fenómeno mismo que representa Facebook y en cómo cambió el mundo.
Sin embargo, estas críticas son, hasta cierto punto aceptables, puesto que es la primera película que se firma sobre los orígenes de una red social. David trató de manejar este tema con mucho cuidado, como un cirujano que está a punto de realizar una operación de riesgo. Al darle una un rostro a los orígenes de la red social, llamaron la atención de los jóvenes más que de los adultos, quienes se muestran muy en contra de esta película, como si vieran al diablo mismo en persona, desnudo y con el tridente en la mano.
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