Cuando Luis Castañeda Lossio paseaba por la avenida 28 de julio, en el centro de lima, se le notaba con alguna inquietud, con alguna molestia. No sabía que gesto hacer para ocultar su fastidio. Opto por sonreir, pero se notó que era fingido. El hecho de que los candidatos para suplirlo en el cargo de la alcaldía de Lima mintieran y exageraran constantemente sobre sus propuestas lo tenían de esa manera. “No creo que la población les crea muchas de esas propuestas, (…) ojalá que en un momento podamos sustraer de este asunto de la guerra sucia y vender menos ilusiones y más realidades” dijo algo enojado
Siguió caminando para poder mostrar el nuevo lugar donde se ubicará el nuevo Museo Metropolitano de Lima, pero las preguntas los agobiaban tanto que sus comentarios siguieron cayendo como flechas puntiagudas sobre los candidatos a suplirlo en el sillón municipal. “Estos entredichos son una suerte de insultos y bajezas y lo deploro totalmente” dijo mientras caminaba junto a los periodistas que lo rodeaban.
De un momento a otro se detuvo. Su expresión fácil había cambiado. Parecía que ya no hablaría mas al respecto y, efectivamente, así fue. Comenzó a hablar acerca de su proyecto edil y mencionó que esperaba ansiosamente que continúe bajo una nueva gestión. Finalmente, mencionó que “dejamos una economía saneada, limpia, transparente, que nos lleva a Lima a ser una ciudad más solidaria”; como advirtiendo al futuro alcalde que la función debe continuar de una manera segura y cristalina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario